
Por Kike Domínguez.
Cuernavaca.- Monica Meza, es vendedora de tamales desde hace más de 30 años en el Centro
Histórico de Cuernavaca, ella señala que este ha sido el año más difícil, pero no perdido.
Cada año, como muchos vendedores de tamales se encomienda su vendimia al tan esperado del 2 de febrero, sin embargo, este año de pandemia, solo logró recibir seis pedidos, comparado con los diez
que recibía en años anteriores.
Pero a pesar de la adversa situación, Mónica indicó que este no ha sido un año del todo perdido pues siempre hay ganancia y es lo importante, e insistió que seguirá en pie vendiendo sus
exquisitos tamales desde 'bien tempranito' en el Centro de Cuernavaca.
Por último, llamó a la población a continuar con atesorando las costumbres que nos identifican como mexicanos, y por supuesto ha seguir apoyando al comercio local en estos tiempos tan difíciles.
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